lunes, 9 de marzo de 2009

Ola desvaneros


De parte de EL DESVAN DEL DUENDE:

Son las dos y cuarto de la noche del sábado 7 de marzo (ya domingo). Una hora y un día de la semana en que en El Desván del Duende volvemos de la suspensión de nuestro concierto en Olivenza (Badajoz)con indignación y tristeza.

Esta noche, nuestro grupo, se ha sentido engañado, defraudado y - personificando estos agravios en alguno de sus componentes- también insultado.Teníamos previsto empezar la gira 2009 con un concierto público y gratuito en Olivenza, pero la mala gestión, la pésima organización y la incompetente producción del ayuntamiento oliventino lo han impedido.


Este era un concierto especial para nosotros por todo lo que suponía: la primera vez que íbamos a tocar en esta localidad, cuna de buenos amigos y amigas, y la primera vez que íbamos a presentar en directo canciones del nuevo disco al público extremeño, adelantando además las fechas de actuaciones del presente año, con un comienzo previsto inicialmente para abril y no para marzo, en apoyo de la Feria del Toro 2009.



Pues bien, no sólo fue suspendido el concierto, para mal del grupo (después de haber superado la dificultad añadida de tener que parar la grabación de nuestro segundo disco, en Jerez de la Frontera, para poder actuar en Olivenza) y, sobretodo, para mal de nuestros seguidores (muchos de ellos, venidos desde muchas otras localidades de la comarca, así como de Badajoz, Mérida, Zafra, Alburquerque o Almendralejo, entre otras) sino que, además -y esta es la peor ofensa que nuestro grupo ha recibido en sus más de seis años de carrera musical- la organización, megáfono en mano, se preocupó más de culpar al Desván del duende frente al público asistente que de solucionar su nefasta labor y cumplir las mínimas condiciones del contrato que el ayuntamiento había firmado con Miscelánea Producciones, nuestra oficina de contratación, para que el concierto se llevara a cabo. Todo esto, en medio de una espiral de insultos a Nuria, nuestra manager y a algunos de nosotros como músicos.


Pues bien, ya no sólo el concierto, ni siquiera la prueba de sonido, prevista para las 18:30 horas de la tarde, pudo llegar a realizarse, debido al impracticable acceso al escenario, a la ausencia absoluta de seguridad (entiéndase: policía municipal, guardia civil, protección civil o cruz roja) y a un recinto vallado, que debía encontrarse totalmente vacío y disponible para tal prueba de sonido, ocupado por cientos de jóvenes haciendo botellón, con las correspondientes botellas de cristal en el suelo, el tránsito permitido de vehículos y el elevado volumen de la música tanto en los coches como en las barras del bar del campo de futbol, haciendo de la prueba de sonido un escaparate nada profesional, imposible audiblemente para el grupo y, sobretodo, peligroso (no sólo para nosotros como músicos, sino también para las familias, las personas mayores y niños que venían a ver el concierto y se encontraban con aquel recinto inaccesible, apretado y, con el paso de las horas, cada vez más oscuro.

Dando cuenta de estos problemas a la organización las 18:30 de la tarde, no recibimos ninguna respuesta hasta las 19:30, una hora después. (Tiempo en el que algunas de las personas que podían solucionar las dificultades prioritarias se encontraban “ausentes” es decir, viendo los toros o el fútbol). Tampoco se presentó al lugar previsto para el concierto ni un solo policía municipal en las más de cuatro horas que el grupo estuvo personado esperando poder hacer, al menos, la prueba de sonido. Y sólo aparecieron tres guardias de seguridad privada a las 20:30, dos horas después, los cuales reconocieron abiertamente la necesidad de más compañeros frente a cualquier problema y la mala gestión de los organizadores.

Si a esto le añadimos que la propia guardia civil de Olivenza manifestó a nuestra manager que no estaba ni siquiera al tanto de que esa noche había un concierto de música en la localidad, nos encontramos con un delito grave de falta de permisos, de seguridad ciudadana y de gestión municipal. Por no mencionar ciertas artimañas, dudosas razones y muchos de los precarios argumentos que los organizadores nos daban para que el concierto se realizase contra los estatutos de lo contratado, sin dudar en culpar al propio público (o a cierto sector de este) de la situación de desorden, ruido y peligrosidad que en el lugar del concierto se vivía desde nuestra llegada a las 18:20 horas.

Terminaremos diciendo que El desván del duende ha realizado más de 400 conciertos en los últimos cinco años y sólo nos hemos visto obligados a suspender dos de ellos, ambos por enfermedad de algunos de nuestros componentes. Es decir, que después de cuatro giras, dentro y fuera de Extremadura, jamás nos habíamos vistos obligados a suspender un concierto en condiciones similares o por alguna razón parecida.

Por eso escribimos esta queja, debiéndonos a las únicas personas que merecen nuestras explicaciones: la gente que nos escucha, los mismos que viajan en mitad de la noche para vernos tocar, los mismos que acudieron hoy a Olivenza y se encontraron con un escenario vacío, un grupo desolado y justificaciones falsas por parte de los tardíos, inútiles y poco honestos organizadores. ¡Qué vergüenza!

Como integrantes del Desván del duende y como artistas que se deben a su público, en concreto a nuestro público asistente en Olivenza, lanzamos esta queja al aire y que llegue a donde deba llegar. Y, POR FAVOR, QUE CORRA LA VOZ PARA QUE TODAS LAS PERSONAS DE OLIVENZA Y LOS SEGUIDORES DEL GRUPO QUE VINIERON AL CONCIERTO SEPAN LA VERDAD Y NADA MÁS QUE LA VERDAD.


En este momento y a esta hora de incertidumbre, por primera vez en la historia de nuestro grupo, podemos decir que no nos han dejado realizar nuestro trabajo aquellos que nos contrataron para hacerlo. Y excluyo aquí, de paso, razones económicas. Apuntando una triste realidad frente a la que nosotros, un grupo cuya forma de entender la música y la vida procura huir de la tristeza, nunca nos habíamos encontrado, pidiendo a boca llena el respeto y la decencia mínima que como artistas (artistas extremeños, para más señas) merecemos, ofrecemos y pedimos allá donde vamos.

PD1: Nos vemos el 18 de Abril en el Extremúsika, con nuevo repertorio y nuevas alegrías. No nos van a callar a nosotros ni a vosotros.

PD2: Tenéis permiso para colgar esta nota de prensa en nuestro nombre donde queráis. Vuestros tuentis, vuestros blogs, vuestras webs, vuestras facebook... mientras más gente la lea más se respetará el trabajo de los artistas extremeños y mejor labor harán culturalmente los ayuntamientos de nuestros pueblos y ciudades. Gracias a todos los que nos dais vuestro apoyo.

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