martes, 14 de julio de 2009

Vacaciones


Llega el verano, y las vacaciones ya están aquí.
Ahora el problema es pensar dónde ir, porque siempre llama la atención la playa,
pero no sé si ir al norte o sur de España.
Me gustaría que ustedes me aconsejarán un lugar donde me recomendarían ir.




domingo, 21 de junio de 2009

JUNTOS CONTRA LA VIOLENCIA DOMESTICA

Fernando Orden Rueda 2º de Bachillerato, de Ciencias de la Salud. IES Bioclimático, de Badajoz. II Premio del II Concurso Nacional 'Carta a un maltratador', convocado por la Asociación 'Juntos contra la violencia doméstica'


Para ti, cabrón: Porque lo eres, porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado… porque la has maltratado. ¿Por qué la maltratas? Dices que es su culpa, ¿verdad? Que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contradiciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, bayetas, verduras… Es entonces, en medio de una discusión cuando tú, con tu 'método de disciplina' intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea, si además vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja?

Te lo diré: Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe… La acobardas, la empujas, le das patadas…, patadas que yo también sufría.
Hasta aquel último día. Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera.


Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera cómo eres en realidad.

Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos…Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.


Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó.
¡Esta vez sí que no!
–dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada.
Me puse contento antes de tiempo.
Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez…
Y sucedió.
Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre.

Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá. Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí.

Y ahora me dirijo a tí. Esta carta es para tí, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que sólo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida.
Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino.

Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón.

sábado, 20 de junio de 2009

La graduación

Llegó el tan esperado día de la graduación, todas estabamos super nerviosas, porque parece un simple hecho, pero para nosotras significaba el fin del camino, el objetivo que llevabamos desde octubre, estudiando sin parar, aprendiendo millones de cosas, pero no para aprobar sino para aprender, nuestro objetivo desde el primer momento era APRENDER.
Porque ya no era unos estudios a los que te obligan tus padres, sino que habiamos decidido por sí solas, estudiar SECRETARIADO, porque pensabamos que nos podría gustar, y la verdad es que acertamos, sí...

Tienes la sensación de exito es indescriptible e inigualable, por que se llega a la meta tan soñada, lo cual cada vez te aproxima mas y mas a tu objetivo, y es el resultado de los esfuerzos invertidos en ello y mas aun es un reflejo de que estan siendo enfocados hacia la correcta direccion.

El glorioso sabor de la Graduacion, algo incomparable, en donde solo la alegria invade el entorno, es el fin de un ciclo y el comienzo de uno nuevo….En horabuena… felicidades!!!! =D

Y ahora solo nos quedan las practicas ya en empresas, ya se termino nuestro camino de estudiante y empieza la vida laboral, unos dicen que es mejor, y otros que siempre terminaras deseando volver a la vida estudiantil, tan dura en algunos momentos...

Agradecimientos

El momento de reconocer los esfuerzos invertidos en el alcance de la meta y no sólo me refiero a los esfuerzos propios, enfoquemos nuestra atencion al entusiasmo de terceras personas, que incondicionalmente han estado presentes, para la mayoria de nosotros:
Los Padres, ellos que con su apoyo han invertido entusiasmo en cada uno de nosotros, ellos que desde su perspectiva nos ayudan y estan ahy, siempre.

Habra ocasiones en que nos resultan imperceptibles, sin embargo ellos estan ahí, listos, a cualquier situacion, listos a ayudarnos en caso de necesitarlos, sin duda alguna lo valen, ya que su presencia es muy significativa para el papel de hijos que desempeñamos a través de ser estudiantes, además de haber concluido y por ello sentir la satisfacción de haberlo hecho, es momento oportuno de reconocer las fuerzas inyectadas por nuestros padres, que a condicion de mejorar nuestras vidas, nos brindan la educacion como su mayor herencia.
Por ello y mas: Mil veces y una, Gracias =D